GUÍA PRÁCTICA
TRANSFORMA LAS COMIDAS DE TU HIJO EN MOMENTOS DE PURO PLACER EN SOLO 14 DÍAS!
Tu hijo nunca volverá a rechazar tu comida y tú por fin tendrás la paz que has soñado en la mesa durante las comidas..
¡TRANSFORMA LAS COMIDAS DE TU HIJO EN MOMENTOS DE PURO PLACER EN SOLO 14 DÍAS!
Atención al núcleo del problema: No nos conformamos con resolver el síntoma. Nuestro método profundiza en la verdadera razón detrás del rechazo alimenticio.
Enfoque Lúdico y Pedagógico: El programa va más allá de la alimentación. Busca reconectar a tu hijo con la alegría de comer. A través de juegos, actividades y estrategias personalizadas, el universo alimenticio se convierte en una apasionante aventura.
Transforma la Hora de la Comida: El enfoque no es solo hacer que tu hijo coma, sino convertir cada comida en un momento de conexión, armonía y alegría.
DESCUBRE LOS SECRETOS DEL PLATO MÁGICO Y TRANSFORMA LAS COMIDAS DE TU HIJO EN MOMENTOS DE DESCUBRIMIENTO Y PLACER
Madre, sentimos tu dolor. Verlo girar el rostro con cada intento de alimentarlo. La angustia de pensar que no está recibiendo los nutrientes vitales. La constante incertidumbre: “¿Estoy haciendo esto bien?” Y esa sensación desoladora de estar sola en una batalla diaria a la hora de las comidas.
Te presentamos el Plato Mágico – la clave para cambiar este juego. Mientras muchas estrategias se enfocan solo en los síntomas, el “Plato Mágico” va a la raíz del problema. No es mera obstinación. Se trata de una combinación de factores psicológicos, traumas y sensibilidad sensorial.
Dile adiós a las frustraciones e incertidumbres del pasado. Sumérgete en la experiencia del “Plato Mágico” y sé testigo de la magia que sucede. Porque tú lo mereces, y tu hijo también, disfrutar de la armonía y alegría que una comida puede traer.
En esas casas, los niños volvieron a comer sin pataletas o llantos.
¿POR QUÉ EL PLATO MÁGICO ES DIFERENTE DE TODO LO QUE HAS VISTO?
Sabemos lo desolador que puede ser. Preparas una comida con todo el cariño y dedicación, esperando ver a tu hijo alimentándose sanamente y con satisfacción. Pero, en lugar de eso, te encuentras con lágrimas, berrinches y un plato casi intacto. Es más que una cuestión de comida: es ver a tu hijo crecer saludablemente, son los momentos familiares que se vuelven tensos, es la culpa y la preocupación constante de sentir que estás fallando como madre o padre.
¿Alguna vez te has preguntado dónde te equivocaste? ¿Será solo una etapa? ¿Superará tu hijo este rechazo a la comida o es algo que llevará toda su vida?
No estás sola en esto. Muchas madres se sienten exactamente así, perdidas y frustradas, sin saber por dónde empezar. Y la verdad es que, detrás de cada rechazo de tu hijo, hay un mundo complejo de desarrollo neurológico y psicológico que muchas veces no se aborda.
